IMPORTANCIA DE LAS FRUTAS PARA LA SALUD:
Las frutas juegan un papel trascendental en el equilibrio de la dieta humana por sus cualidades nutritivas.
Fruta es sinónimo de salud. Veamos el porqué:
1. Su alto contenido de agua facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayuda a mantenernos bien hidratados...
2. Su aporte de fibra, ayuda a regular la función de nuestro intestino y a evitar o corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético ya que, además, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertí culos, cáncer de colon y úlcera).
3. Son fuente casi exclusiva de vitaminaC. Los expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo tres piezas de fruta al día, procurando que una de ellas sea rica en vitaminac (cítricos, kiwi, melón, fresas, tropicales...).
4. Contiene antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anti cancerígenos de frutas y verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra el de pulmón. Según los estudios, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de frutas y verduras. Otras frutas muy saludables son los cítricos y algunas frutas tropicales ricas en vitaminaC, beta-caroteno, vitamina E y otras sustancias con propiedades antioxidantes, que se utilizan contra enfermedades , cataratas, cáncer de mama, ovarios o vejiga.
Las frutas constituyen un grupo de alimentos indispensable para nuestra salud y bienestar, especialmente por su aporte de fibra, vitaminas y minerales y sustancias de acción antioxidante (vitaminaC, Vitamina E, beta-caroteno, licopeno, luteína, flavonoides, antocianinas, etc.). Junto con verduras y hortalizas, son casi fuente exclusiva de vitaminaC. La gran diversidad de especies, con sus distintas propiedades organolépticas (aquellas que apreciamos mediante los sentidos, como el sabor, aroma, color, textura...) y la distinta forma de prepararlas, hacen de ellas productos de gran aceptación por parte de los consumidores, sobre todo del sur de Europa.
Sin embargo, en España el consumo de fruta fresca ha sufrido un descenso paulatino desde 1987 hasta 1997, año en el que se estabilizó. A partir de 2000 experimentó una subida considerable, aunque aún está por debajo de la cantidad correspondiente a 1990. Así, en ese año se consumieron 105,3 kilogramos de fruta fresca por persona y año, mientras que en 2002 el consumo fue de 97 kilogramos por capital.
Las frutas de mayor demanda, según datos recientes, son la naranja, seguida por la manzana, el plátano, el melón, la pera, la mandarina y la sandía. Cabe resaltar el aumento que ha experimentado en los últimos años el consumo de frutas exóticas. No obstante, aún estamos muy lejos de los baremos recomendables para conseguir una dieta equilibrada; es más, la cantidad mínima establecida que recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS), expertos en Nutrición y Sociedades afines en cuanto al consumo de fruta fresca es de 400 gramos diarios. Por tanto, deviene fundamental, desde el punto de vista sanitario y nutricional, conseguir que aumente aún más la infesta de fruta "al natural", ya que es la mejor forma de aprovechar todas sus virtudes y propiedades nutritivas.
AHORA A CONTINUACIÓN EL HIERRO QUE NOS BRINDAN LAS FRUTAS:
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 1,7 millones de muertes, que representa aproximadamente un 2,8% de la población mundial, se pueden atribuir a una in gesta insuficiente de frutas y verduras, siendo uno de los 10 primeros factores de riesgo asociados a la mortalidad en el mundo, y es responsable del 14% de las muertes debidas a cáncer gastrointestinal, el 11% por enfermedades cardíacas isquémicas y del 9% de accidentes cerebro vasculares Por tanto, las frutas y verduras son la base de la Dieta Mediterránea y son alimentos que se consideran esenciales y de los que no podemos prescindir en nuestra alimentación diaria. Dada su composición nutricional, son alimentos muy saludables porque son ricos en vitaminas, agua, minerales y fibra, además de otras sustancias bioactivas o fito químicos de gran poder antioxidante y que influyen de forma beneficiosa sobre el estado de la salud. Durante las distintas estaciones del año podemos tener acceso a una gran variedad de frutas y verduras, que junto a la gran diversidad de platos culinarios en las que se utilizan, adquieren una gran importancia en cualquier dieta variada, equilibrada y rica. A pesar de ello, la dieta española actual y sobre todo la de los jóvenes, presenta un bajo o incluso nulo consumo de este grupo tan importante de alimentos. La población en general debe tomar conciencia de los beneficios para la salud y la prevención de muchas enfermedades que aporta este grupo de alimentos. Por esta razón, es importante apoyar a los profesionales de la salud y educadores para que tengan argumentos científicos sobre los que sustentar las recomendaciones, para incorporar a la dieta el consumo de frutas y verduras durante todas las etapas de la vida. En este sentido, las iniciativas de los organismos relacionados con la salud están encaminadas a la promoción del consumo diario de este grupo de alimentos.